jueves, 27 de enero de 2011

SURCO.CL ::: Plataforma Informativa Regional de Arte y Cultura.

SURCO.CL ::: Plataforma Informativa Regional de Arte y Cultura.

Discurso de Presentación de Surco.cl Arte y Cultura Araucanía

Todo proyecto cultural debe estar diseñado desde unos contextos generales y particulares,   y sustentado en la base de necesidades reales del entorno en el que se inserta. Debe gestarse desde una mirada crítica e ir en busca  de la transformación de realidades adversas a la expresividad y la creación.

Surco.cl  Arte y Cultura Araucanía se crea desde las siguientes afirmaciones:

Vivimos en  un escenario mundial donde los sistemas culturales  se han ido convirtiendo en  una pieza de un engranaje económico político institucional que tiende a neutralizar toda gestación natural de identidades territoriales, puesto que éstas deben responder a programas preestablecidos en función de ciertas variables prioritarias dentro de una  determinada administración,  que en el caso de nuestro  país tiende fuertemente  al centralismo.

Junto a ello es innegable que estamos  insertos en una cultura dominante  que absorbe y transforma culturas tradicionales, expandiendo pautas estéticas, conductuales, de consumo, de pensamiento, etc, muchas veces en función de flujos de riqueza y poder en detrimento de las culturas locales y en oposición a todo sentido de la memoria que tan importante es para sustentar nuestro presente y nuestro futuro.

Nuestro contexto global es  asistir a una crisis mundial en la educación y la promoción de valores humanos y universales que deben ser  fuertemente defendidos con el objeto de posibilitar mejores estándares de vida a las nuevas generaciones.
Ahora, nuestro contexto local, es estar insertos en una sociedad regional fragmentada desde sus inicios, donde la diferencia  no ha sido  abordada desde el respeto, sino más bien desde la discriminación y la separación.

Nuestro contexto local es la existencia de un territorio multicultural  – urbano – rural que se encuentra en una acelerada  transformación cultural debido a la incidencia de múltiples factores asociados al modelo de desarrollo económico  vigente.

Muestra de aquello es la instalación de  6 o 7  universidades que ofrecen servicios educacionales a una gran cantidad de jóvenes del sur de Chile a los cuales también podemos denominar “clientes de la educación” en busca de desarrollar sus habilidades y adquirir herramientas para su futuro. Es decir, contamos con un sistema  formativo que por su magnitud debiera hacerse cargo de la construcción de espacios y condiciones propicias para el desarrollo cultural de la Región.

Nuestro contexto local es poseer una riqueza cultural de nobles características,  ventajosa en términos de patrimonio y diversidad étnico cultural que no a ha sido considerada en su justo sentido y pertinencia histórica, frente a lo cual tenemos una inmensa deuda como sociedad.

Nuestro contexto local es albergar una comunidad artística intelectual valiosísima en términos de discursos,  producción de arte y conocimiento.

Estas y otras observaciones contextuales nos permiten darnos cuenta que es necesario y a la vez posible generar espacios de diálogo en torno a nuestra identidad y a la posibilidad de contribuir  en  la construcción de los entornos culturales que deseamos habitar.

Creemos que es necesario hacer un intento de establecer relaciones interdisciplinarias en el marco de un espacio público, haciendo uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información que tenemos a nuestro alcance. Donde se construyan pequeños escenarios de intercambio y visibilización de experiencias particulares y donde confluya un espíritu de colaboración en la búsqueda del aprendizaje.

Surco.cl abre sus puertas del mismo modo en que un amigo lo hace y basa todo su funcionamiento en la dinámica del compartir. Valoramos estratégicamente el capital cultural presente en los distintos rincones de esta región con el fin de producir relaciones sinérgicas entre los agentes locales de arte y cultura.

Valoramos el quehacer de las universidades y sus académicos, de las agrupaciones culturales, de las organizaciones de la sociedad civil, de los colectivos artísticos, y de todos aquellos cultores de las artes y oficios que han surcado este territorio para cultivar su vocación y nos han permitido a  nosotros, como habitantes,  ir construyendo nuestros imaginarios y arraigos particulares.

Surco.cl es un espacio que se construye desde la horizontalidad y convoca de modo permanente a  todos los agentes de arte y cultura en la propuesta y elaboración de sus contenidos. Para ello ha establecido canales de comunicación diversos y simples, es decir los mismos que usamos a diario a través de internet  y sus posibilidades.
No quisiéramos forzar procesos de colaboracionismo pero sí poner en relieve la importancia que tienen éstos para la construcción de sociedades más justas y acordes a las necesidades reales tanto de los artistas como de la ciudadanía en su conjunto que al mismo tiempo es poseedora de derechos culturales y educacionales.

Quizás un poco ambiciosamente pero a la vez tomados de  la herramienta del compromiso  y la convicción  hemos querido crear un espacio que comunique a todas las disciplinas asumiendo que detrás de cada práctica cotidiana  existen seres humanos con valores, ideas y discursos valiosos de los cuales mucho hay para aprender, reflexionar y compartir.

Surco.cl, más allá de sus resultados, deja un precedente  e  instala  a nivel público la necesidad urgente de pensar la cultura, ya que ésta no puede estar supeditada a las tramas verticales de la institucionalidad y menos aun a las variables económicas del mercado, casi siempre  lejanas a las experiencias y necesidades de las colectividades locales.

La cultura es una entidad viva que a veces enferma y la reflexión crítica  es la única forma de  registrar  y  señalar  estas  disfunciones  que  muchas veces convierten  a las artes y  los medios expresivos en  un fetiche de los intereses vigentes.

La cultura se construye, se conversa, se piensa de acuerdo a los valores y experiencias más profundas del ser humano, y no cualquier ser humano sino el ser humano localizado e históricamente conformado.

Equipo Surco.cl

VIDEO DE PRESENTACIÓN DONDE PODREMOS ESCUCHAR DIVERSAS OPINIONES DE DISTINTAS VOCES DEL ARTE Y LA CULTURA REGIONAL

lunes, 24 de enero de 2011

A qué nos referimos cuando hablamos de arte y cultura.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de arte y cultura?, ¿porqué son conceptos que siempre van de la mano? ¿Cuál es la valoración real que hacemos de este ámbito de la realización humana para efectos del devenir de las colectividades, pueblos y, en definitiva, de la humanidad en su conjunto?
¿Porqué asignamos – como sociedad contemporánea – un valor preponderante a esta dimensión al momento de definirnos como naciones desarrolladas? y ¿porqué, finalmente, termina siendo el arte y la cultura una especie de fetiche al servicio de todo aquello por lo que en su origen le era contrario?
¿Qué es lo que permite o causa esta tremenda paradoja? y ¿qué factores se deben considerar al momento de arrojarse a la épica tarea que algunos se han autoencomendado (o casualmente visto involucrados) de corregir o al menos desarrollar visiones alternativas que puedan aportar desde la teoría y la práctica a una verdadera consideración de los aspectos culturales y su incidencia en la construcción del mundo que queremos?
Cuando hablamos de cultura, hablamos de todo aquello de carácter simbólico e instrumental que el hombre crea para contener y habitar el mundo en el que ha sido puesto, en relación con una colectividad humana, con la naturaleza y con el cosmos o lo trascendental. Visto desde aquí podemos entender la cultura como proceso de adaptación del ser humano y en tanto proceso, constituye un fenómeno en constante transformación.
Podemos decir que la cultura es, en definitiva, el mundo que efectivamente habitamos, donde todas las otras dimensiones como la política, social, ambiental, económica, étnica, religiosa, geográfica, etc. están presentes y se estructuran indistintamente de modo tal que generan culturas particulares y juntamente con ello identidades originales.
Producto de la mundialización de las economías en primera instancia, junto con la concentración de los poderes económicos se ha producido lo que llamamos globalización, es decir, la expansión de un sistema a nivel global, sistema que obliga a las naciones a incorporarse y ser partícipes de ello. Es así como todas las dimensiones que conforman las diferentes culturas deben comenzar a reestructurarse a este nuevo sistema impuesto y a generar con ello un quiebre relacional entre estas dimensiones y la cultura propia de cada territorio. Es decir, los aspectos políticos, económicos, ambientales, étnicos, religiosos, etc. se ven profundamente trastocados y desarticulados en función del sistema dominante y que adquiere diferentes variaciones según el territorio en que ha sido instalado.
Es en este momento y en este punto donde afirmamos que la labor de los agentes culturales tales como artistas, intelectuales, gestores, agrupaciones de la sociedad civil y ciudadanía en su conjunto pasa a constituir un elemento clave en la exposición y reclamación de esta desarticulación que en lo práctico da origen a una serie de problemáticas humanas de profunda implicancia en las sociedades actuales, visibles a través del quiebre cultural identitario.
Por ello hablar de arte y cultura no es tan simple. Una debida institucionalidad cultural y un debido diálogo cultural debe darse en torno a temáticas trascendentales, pasando por todas las dimensiones del quehacer humano. Debemos reconocer como artistas y actores culturales que asistimos a un momento crítico en el devenir de nuestras propias configuraciones identitarias e inherente a ello, de la forma de vida que mejor satisfaga nuestras humanas necesidades.
Desde un territorio como el nuestro, donde se despliega con gran fuerza la imposición de una ideología hegemónica sobre una cosmovisión tangencialmente opuesta y minoritaria, se hace más que necesario una revisión de de nuestro rol como constructores de cultura. En este momento se hace ineludible una revisión de síntesis, de consenso y de conciliación a favor de nosotros mismos. No estamos excluidos de este conflicto y de ningún otro que se enmarque dentro del territorio que habitamos.